¿Cientos de burbujas en la piel?
El síndrome de Kindler es una mutación genética recesiva que afecta a la estructura de la piel y sus proteínas provocando la aparición de abultaciones. Su prevalencia es desconocida y tan solo se conoce de la existencia de 250 pacientes hasta la fecha.
El primer caso de todos se dio en 1945 y lo descubrió la Dr. Kindler cuando una niña de 14 años se le presentó en consulta con ampollar en las manos y pies, de ahí empezó a sufrir de fotosensibilidad, atrofia cutánea y gingivorragia → El cuadro común.
Las abultaciones que se forman son unas ampollas que tienen alto riesgo de “explotar” e infectarse, poiquilotermia, fotosensibilidad, atrofia cutánea… También ataca a las mucosas provocando sobre todo conjuntivitis y hemorragias (gingivorragias).
El tratamiento que se suele asignar a estos casos es sólo para paliar los síntomas, ya que no existe una cura o tratamiento fijo (el número de afectados es muy bajo y es una enfermedad genética). Por lo tanto, las indicaciones suelen ser el cuidado de la piel, con mucha atención para evitar la formación de ampollas, y la buena higiene bucal y oral.