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jueves, 26 de noviembre de 2020

ANEMIA APLÁSICA

¿Y si nos quedamos sin células, qué pasa? 

Lo que ocurre es una afección llamada anemia aplásica, en donde el cuerpo deja de producir la cantidad necesaria de células sanguíneas nuevas, porque las células madre están dañadas, es decir, la médula ósea está vacía (aplásica). Es una patología que puede pasar desapercibida o llegar a ser mortal, es por eso que los síntomas pueden sonar inocuos pero en realidad ocultan un potencial peligro. 


Estos pacientes suelen estar muy fatigados, con frecuentes faltas de aire y frecuencia cardiaca rápida o irregular. También son susceptibles a infecciones frecuentes, hematomas sin causa aparente, sangrados nasales o de encías prolongados, erupción cutánea y bastante dolor.


La causa más común de la anemia aplásica es cuando el sistema inmunitario ataca a las células madre de la médula ósea. Aunque también se han visto casos por tratamientos de radiación y quimioterapia, exposición a sustancias químicas tóxicas, ciertos antibióticos, trastornos autoinmunitarios, una infección viral y el propio embarazo.

El tratamiento de la anemia aplásica puede incluir medicamentos, transfusiones sanguíneas o un trasplante de células madre (trasplante de médula ósea), como se muestra en la siguiente imagen. La única manera que tenemos voluntariamente los humanos de prevenir la anemia aplásica es evitando la exposición a sustancias tóxicas como insecticidas, herbicidas, solventes orgánicos o removedores de pintura.



Testimonios


Eloisa nos cuenta el desespero que se vive con la enfermedad, para ella los árboles son sus amigos, porque les cuenta las cosas y no la juzgan. Además se siente muy cansada y teme por su vida.


A continuación podemos observar no solo la cruda realidad de convivir con una enfermedad rara, sino también los estragos que se sufren para intentar sobrevivir con  escasos recursos y cuidar de la salud al mismo tiempo.