Lo que ocurre es una afección llamada anemia aplásica, en donde el cuerpo deja de producir la cantidad necesaria de células sanguíneas nuevas, porque las células madre están dañadas, es decir, la médula ósea está vacía (aplásica). Es una patología que puede pasar desapercibida o llegar a ser mortal, es por eso que los síntomas pueden sonar inocuos pero en realidad ocultan un potencial peligro.
Estos pacientes suelen estar muy fatigados, con frecuentes faltas de aire y frecuencia cardiaca rápida o irregular. También son susceptibles a infecciones frecuentes, hematomas sin causa aparente, sangrados nasales o de encías prolongados, erupción cutánea y bastante dolor.
Testimonios
Eloisa nos cuenta el desespero que se vive con la enfermedad, para ella los árboles son sus amigos, porque les cuenta las cosas y no la juzgan. Además se siente muy cansada y teme por su vida.
A continuación podemos observar no solo la cruda realidad de convivir con una enfermedad rara, sino también los estragos que se sufren para intentar sobrevivir con escasos recursos y cuidar de la salud al mismo tiempo.