¿QUÉ ES LO QUE TE IMAGINAS AL LEER EL NOMBRE DE ESTA PATOLOGÍA?
Mmmmmm, no vas muy desencaminado. Veamos...
La elefantiasis, linfangitis o síndrome de Proteus es una inflamación considerada grave con aumento del tamaño de ciertas partes del cuerpo, sobre todo en las extremidades inferiores y genitales externos. Es una enfermedad que se concentra en América del Sur, zonas subtropicales africanas, islas del Pacífico y Caribe. Afecta a 120 millones de personas en el mundo, produciendo discapacidad en al menos 40 millones de estas. Produce graves deformidades por el engrosamiento de la piel y el aumento de las extremidades. Asimismo, puede acarrear inflamación cutánea, fiebre, dolor de cabeza, náuseas e inflamación testicular así como, en casos ya más avanzados, ulceración de la piel, daño hepático o renal.
Se distinguen tres tipos diferentes:
Elefantiasis filarial: se produce por la infección de un gusano que se contrae en forma de larva por la picadura de un mosquito.
Elefantiasis no filarial: es la más común y se conoce como podoconiosis. No es infecciosa sino que se produce por pisar suelos irritantes de forma continuada.
Elefantiasis por otras causas: hay personas que nacen con alteraciones del sistema linfático y que pueden dar lugar a una elefantiasis.
Las causa más relevante es la infección por larvas (wuchereria bancrofti, brugia malayi y brugia timori), de las cuales la primera es el desencadenante del 90% de las infecciones. Otro motivo son las causas congénitas en las personas que nacen con alteraciones linfáticas.
Respecto a su tratamiento, mencionar que los casos congénitos de obstrucción linfática no poseen tratamiento a pesar del efecto paliativo del drenaje. No obstante, la filarial necesita la prescripción de antiparasitarios como la Dietilcarbamazina pudiéndose aplicar el Albendazol, la Doxiciclina y la Ivermectina de forma paralela. En el caso de que el proceso sea crónico, resulta necesario tratar con antibióticos y medidas higiénicas y fisioterapéuticas que disminuyan al máximo las probabilidades de infección.
Para finalizar, destacar que la elefantiasis como tal no disminuye la esperanza de vida de los afectados; sin embargo, el aumento de tamaño de las extremidades hasta dimensiones insoportables para el organismo, provoca una disminución drástica en la calidad vital. Asimismo, la dificultad para la movilidad a medida que evoluciona la patología está asociada al sedentarismo, sobrepeso, peor alimentación, etc.
Testimonios
Junior Pincay es un joven ecuatoriano que padece elefantiasis en un estadio ya avanzado, ocasionándole infinidad de problemáticas y limitaciones en su día a día. Tanto es así que ha perdido prácticamente en su totalidad la autonomía y funcionalidad personal. Se recomienda la visualización del siguiente vídeo en el que nos cuenta su historia y experiencia personal:
Fuente: https://www.saludsavia.com/contenidos-salud/enfermedades/elefantiasis
