A veces, los virus y bacterias nos ganan, pero ¿Cuál es la diferencia entre perder una ocasional batalla y tener infecciones recurrentes ?
Granulomatosa crónica es una enfermedad extremadamente rara del metabolismo oxidativo de los neutrófilos y los monocitos (tipos de glóbulos blancos), caracterizada por granulomatosis (granuloma es un tumor formado por tejido conjuntivo que se forma en la curación de una herida o úlcera) extensas y una mayor propensión a tener infecciones.
La enfermedad granulomatosa crónica (EGC) es un trastorno heredado que se produce cuando un tipo de glóbulo blanco (fagocito) que suele ayudar al cuerpo a combatir las infecciones no funciona correctamente. En consecuencia, los fagocitos no pueden proteger el organismo contra las infecciones bacterianas y fúngicas.
Las personas con enfermedad granulomatosa crónica pueden desarrollar infecciones en los pulmones, la piel, los ganglios linfáticos, el hígado, el estómago y los intestinos, u otras áreas. También pueden desarrollar grupos de glóbulos blancos en las zonas infectadas. En la mayoría de las personas, la EGC se diagnostica en la niñez; sin embargo, en algunas personas posiblemente no se diagnostique la enfermedad hasta la adultez.
Las personas con enfermedad granulomatosa crónica sufren infecciones bacterianas o micóticas graves cada pocos años. Una infección en los pulmones, incluida la neumonía, es común. Las personas que padecen CGD pueden desarrollar un tipo grave de neumonía micótica después de estar expuestas a hojas muertas, mantillo o heno.
También es común que las personas con CGD experimenten infecciones en la piel, el hígado, el estómago y los intestinos, el cerebro y los ojos. Estos son algunos de los signos y síntomas asociados con las infecciones
El mayor problema en esta enfermedad es la necesidad de hospitalizaciones frecuentes para tratar las infecciones, por ello el principal objetivo del tratamiento es la prevención de estas.
Si a pesar de estas medidas no se consigue evitar la infección, se realizará tratamiento con antibióticos y drenaje quirúrgico de los abscesos y focos de infección.
Pero como tratamiento definitivo, se ha utilizado el trasplante de células de médula ósea.
https://www.secipe.org/coldata/upload/revista/1999;12.148-51.pdf
Fuente: https://enfermedades-raras.org/index.php/enfermedades-raras/listado-patologia