¿Qué nos pasaría si nos quedáramos sin médula?
La mielofibrosis es un tipo de cáncer extremadamente raro que provoca la sustitución de la médula ósea por tejido cicatricial, esto va a provocar directamente que se vea muy alterada la producción de las células sanguíneas (eritrocitos, plaquetas, plaquetas...), es por ello que el paciente va a mostrar problemas en la coagulación y déficits.
A su vez se distinguen 2 tipos de mielofibrosis →
Mielofibrosis PRIMARIA: Provocada exclusivamente por la cicatrización repentina de la médula ósea sin ninguna causa aparente (idiopática).
Mielofibrosis SECUNDARIA: Provocada por la presencia de otras alteraciones hemodinámicas como puede ser la polictemia vera.
Los signos y síntomas de esta patología son de aparición lenta y con una primera fase anodina como todo cáncer, lo que provoca que exista más tiempo para que se desarrolle la enfermedad y el cuadro empeorar antes de que nos demos cuenta.
El síntoma más común sería la anemia, el cansancio, hemorragias y pesadez muscular pero aún así estos síntomas pueden no aparecer, por lo tanto el diagnóstico es muy complicado y se requiere la realización de múltiples pruebas que pueden volver todo el proceso tremendamente tardío y pesado.
El pronóstico no es especialmente bueno, con unos 5 años de supervivencia tras diagnóstico, pero si existe terapia a base de células madre para intentar revertir (jóvenes) y paliar los síntomas.
Existe también la posibilidad de extirpar la médula o extirpar el bazo (gran afectado por la anemia), antes de que este último empiece a hincharse.
Fuentes:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000531.htm
https://www.tucuentasmucho.com/informacion/causas-mielofibrosis/