¿A que has oído hablar alguna vez de la leyenda del hombre lobo, licántropo o lobizón? Pues, cabe destacar que, pese a que puede resultar algo increíble o imaginario, existe en la actualidad. ¡Sí, sí, se encuentran entre nosotros!
La hipertricosis o “síndrome del hombre lobo” consiste en el crecimiento excesivo de pelo, tanto en cantidad como en grosor, en zonas del cuerpo donde habitualmente no crece, siendo un problema estético que no supone ningún riesgo para la salud.
Aunque puede producirse en zonas, su manifestación más conocida es la que cubre con el pelo toda la superficie corporal, salvo las plantas de los pies y las manos (de tipo lanuginosa). Dependiendo de la región a la que afecta, se distinguen, además del anterior, los siguientes tipos de hipertricosis:
Congénita: es propiamente la conocida con la denominación de “síndrome del hombre lobo” y está ligada al cromosoma X. En este caso, el pelo es grueso y está localizado especialmente en la cara
Lumbosacra: recibe el nombre de "cola de fauno", ya que el pelo crece exclusivamente en la zona lumbosacra. También se nace con ella
Irritativa: se adquiere como consecuencia de un trabajo frecuente y repetitivo al que se somete una parte determinada del cuerpo (estar muchas horas de rodillas, etc.)
Nevus: pese a que es una presentación frecuente, generalmente no se transforma en maligno (melanoma)
A diferencia del hirsutismo, que se observa solo en mujeres, esta alteración se diagnostica en ambos sexos en diferentes categorías de edad, por lo que no se puede asociar única y exclusivamente a la acción de los andrógenos (hormonas esteroideas).
Su causa más frecuente son las mutaciones genéticas ocasionadas por diversos factores adversos sobre el feto durante el embarazo. Además, puede desarrollarse con ciertas enfermedades o por el consumo abusivo de ciertos medicamentos. También, en raras ocasiones, puede ser considerada como una antesala del cáncer.
Cabe destacar que su diagnóstico implica un examen dermatológico y hormonal integral del paciente y su tratamiento depende de la etiología. Asimismo, la eliminación de este exceso de pelo, es posible gracias a la depilación o afeitado aunque esto implica que el vello volverá a crecer de nuevo. Sin embargo, para que esto no suceda, se puede recurrir a técnicas de depilación por láser (depilación permanente) o electrodepilación.